Creo que esta adicción a la
inestabilidad me viene en parte dada por el bagaje genético y en
parte por la sencillez de las relaciones humanas aún no
consolidadas, esas que todavía no se han visto entretejidas por los líos
de las complejas agujas de la rutina. Con los ojos nuevos de la
ignorancia todo está aún esperando para ser descubierto, atractivo
y bonito.
Quizás esta constante sensación de
caos a punto de estallar no es más que un espejismo originado por
las gafas de la negatividad que la química de mi cuerpo me obliga a
llevar de tanto en tanto... Lo que está claro es que fue esa
sensación la que me trajo hasta este banco sobre el que ahora fumo
un cigarrillo mientras respiro la atmósfera que perfilan las gentes
del barrio y sus características tiendas al calor de un verano
incipiente.
No sé muy bien si recorrí las
callejuelas que bajan hasta esta plaza para encontrarme, para
buscarte o para dar con algo que aún está por descubrir...
http://www.youtube.com/watch?v=PYO6PG7XcQM
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